• Economía

Alza salarial superior a la inflación contrarrestaría pobreza en Puebla

  • Samantha Páez
Un incremento real permitiría que 35% de los poblanos dejen la marginación, señala el investigador Miguel Reyes Hernández
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Un incremento real en los salarios, que supere por mucho el nivel de inflación, permitiría que 35 por ciento de los poblanos dejen de vivir en pobreza, sin embargo para que ello suceda el gobierno federal tiene que dejar de beneficiar a las grandes empresas y dar apoyos fiscales a las pymes, aseguró el doctor en Economía de la UIA Puebla, Miguel Reyes Hernández.

Tras su participación en el Foro Internacional Salarios Mínimos, Empleo, Desigualdad y Crecimiento Económico, el martes en la ciudad de México, el experto de la Universidad Iberoamericana (UIA) calificó los salarios pagados en estado como de "hambre", ya que no permiten la compra de una canasta básica de alimentos.

El grupo parlamentario del PAN propuso esta semana que los sueldos suban 25 por ciento, es decir, 16 pesos por día, para el año 2015. Por su parte la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) informó ayer que el país tiene un salario mínimo inferior al umbral de pobreza, además de que se ha devaluado 70 por ciento a lo largo de los años.

Más salario, menos pobreza

De acuerdo con el especialista, el tema de los salarios está totalmente vinculado con la pobreza, pues ésta surge porque no se alcanza a cubrir la canasta básica satisfactoria, por eso con el aumento salarial más personas tendrían acceso a la canasta básica y por ende dejarían de ser pobres.

"Ves todos los indicadores de Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), incluyendo los del ingreso, y Puebla está en peor posición que el promedio nacional. Entonces por supuesto que sí (habría una mejora con el aumento de salarios), porque haría que gran parte de la población tuviera ingresos por arriba de la línea de pobreza, saliera de la pobreza (...) Miles de personas dejarían de ser pobres en Puebla si se tomara una medida de ese tipo", aseguró.

Las estimaciones del experto indican que si el salario mínimo pasara de los mil 900 pesos a los 8 mil pesos al mes habría 35 por ciento menos pobres en el país y en el estado, con lo cual sólo quedaría el 19 por ciento de la población en estado de miseria.

Alcanza sólo para la mitad de canasta básica

El incremento al ingreso sería proporcional a la capacidad de compra de alimentos de los trabajadores, pero mientras eso no suceda sólo les alcanzará para adquirir la mitad de los productos básicos.

Reyes Hernández explicó que según el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana, una canasta básica de alimentos para una familia de cuatro integrantes tiene un costo de 6 mil 500 pesos, lo que significa que por persona se tendrían que invertir mil 600 pesos.

Entonces si el salario mínimo es de mil 900 al mes por cada persona económicamente activa, cada familia tendría 3 mil 800 pesos para alimentos, con lo cual puede comprar sólo la mitad de la canasta.

De allí la importancia de que se apruebe un aumento real que supere la inflación y que vaya más allá de lo establecido por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), quien otorga sólo el 4 por ciento más al año.

El economista puso de ejemplo a Brasil, donde gracias al aumento de los salarios se logró robustecer la economía nacional.

Gobierno debe favorecer a Pymes

Aunque el incremento al salario es necesario, para Miguel Reyes también es obligado que el gobierno apoye a las Pymes para que puedan absorber esos gastos y los empresarios no sólo pasen ese costo a los consumidores al subir el precio de los productos y servicios.

Para que esto suceda el gobierno federal deberá obligar a las grandes compañías, quienes sólo emplean al 10 por ciento de los trabajadores, a pagar impuestos y otorgar beneficios fiscales a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), las cuales dan trabajo al 80 por ciento de la población económicamente activa.

"Tiene que haber un cambio en muchas cosas, digamos, en lo que sería que todos pagaran impuestos, es decir, un nuevo régimen fiscal (...) Debemos buscar soluciones, porque los que están pagando el pato son los trabajadores con salarios de hambre de mil 900 pesos al mes", sostuvo el economista.

Otra cuestión que se tiene que cabildear es que los salarios mínimos no estén vinculados a las multas o a cuestiones penales, como las compensaciones o pensiones alimenticias. Además de que se establezcan salarios por sector de área económica, vincularlos a la productividad y a un componente de justicia social, no como en la actualidad que la Conasami establece un incremento homologado.

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