El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, reconoció que el crecimiento económico de 2.7% previsto para el 2014 no es suficiente para el potencial que tiene la economía mexicana, por lo que México debe atreverse a cambiar.

“Esta cifra es abiertamente insuficiente. (…) Crecer al 2.7% quiere decir que todavía no hemos encontrado el dinamismo en la economía, la creación de empleos, en la creación de prosperidad que nos permitan enfrentar los retos de nuestro desarrollo y combatir eficazmente la pobreza”, afirmó el funcionario durante su participación en la Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer.

Dijo que el crecimiento económico del país para 2014 es insuficiente para cubrir las necesidades que tiene México y en niveles similares al registrado en los últimos 30 años en promedio.

No obstante, expresó que una recuperación se verá en el segundo semestre del año, basado en una mejora en el consumo.

Señaló que todo cambio genera reticencias, como las reformas financieras, sin embargo, aseguró que el gobierno y el presidente hacen su parte, tomando costos, asumiendo desgaste, y gobernando para transformar al país.

“Las cifras que tenemos que muestran una recuperación en el consumo en los meses de marzo y abril, y esto será parte de lo que explique un mayor dinamismo en nuestra economía durante el resto del año”, comentó Videgaray según una nota del periódico El Universal.

El secretario de Hacienda mencionó que a pesar de lo que algunos analistas aseguran que México está en recesión, esto no es así, donde las cifras del Inegi muestran que la economía crece, poco, pero es un incremento del Producto Interno Bruto.

“México crece y algo que nos confirma la cifra que nos dio el Inegi, que se está creciendo, si bien no al ritmo que quisiéramos. La buena noticia es que primero que nos estamos recuperando y para la segunda mitad del año y sobre todo que estamos realizando las reformas de fondo que nos permitirá crecer más en los próximos años”, apuntó.

Explicó que existen cuatro factores que permiten estimar la recuperación en el segundo semestre del año, donde el primero es que en Estados Unidos se espera un mejor crecimiento, reflejo de ello, es que las exportaciones en marzo tuvieron un crecimiento de 3.7%.

Por otro lado, internamente, el gasto público en infraestructura física, creció 46% anualizado en el primer trimestre de 2014, además de que en abril el empleo formal, medido por el Instituto Mexicano del Seguro Social, muestra un crecimiento de 3%. Agregó que otro soporte para que el consumo interno aumente en el año, son las remesas, las cuales crecieron 16% en marzo.

Agregó que si las reformas secundarias pendientes son debidamente implementadas, permitirán a México en las próximas décadas crecer un promedio superior al 2.2% de los últimos 30 años.

“Es ahora de que todos, sector privado, sociedad civil y gobierno creamos en México y nos atrevamos, como lo hacemos ya, nos atrevamos a cambiar”, dijo Videgaray.

Durante su participación, Luis Videgaray destacó que uno de los principales problemas para el crecimiento del país es la falta de competitividad, lo que se explica por el nivel de informalidad de la economía.

“Uno de los grandes obstáculos para la productividad tiene que ver con la informalidad. Y lo que es un hecho es que si seguimos abordando el problema de la informalidad con los mismos instrumentos y las mismas estrategias no podemos esperar resultados distintos”, manifestó.

Expuso que quien decide estar en la informalidad percibe que es lo más que le conviene, por lo que hay que darle los estímulos para cambiar esa condición, como lo implementado en la Reforma Fiscal, el Régimen de Incorporación Fiscal y el Régimen de Incorporación a la Seguridad Social.

“Al día de hoy tenemos ya prácticamente 4.2 millones de contribuyentes que se han inscrito en el nuevo Régimen de Incorporación Fiscal. En el antiguo Régimen de Pequeños Contribuyentes, los llamados Repecos, que administraban los estados, teníamos 3.6 millones de contribuyentes. Quiere decir que el nuevo régimen genera una atracción mayor”, dijo el secretario.

No al pesimismo: Robles Miaja

El presidente del Consejo de Administración del Grupo Financiero BBVA Bancomer, Luis Robles Miaja consideró que las reformas estructurales necesitan tiempo para impactar en el crecimiento y que por ello se debe analizar la situación de manera estratégica y de largo plazo, no centrada en una coyuntura trimestral.

Según otra nota de diario 24 Horas, el directivo recomendó “no dejarnos llevar por el pesimismo que deriva la falta de compromisos de las expectativas derivadas de los pronósticos económicos, ni tampoco exagerar el impacto de una reforma fiscal”.

Aunque admitió que esta reforma fiscal no era la que se esperaba, afirmó que es como peaje que se tiene que pagar a cambio de una reforma energética porque ésta última permitirá incrementar el Producto Interno Bruto en 1.5 puntos porcentuales más al crecimiento potencial del país.

Se dispara la cartera vencida de la banca de desarrollo

La morosidad en los créditos operados por la banca de desarrollo del país se elevó a 6 mil 743.6 millones de pesos en el primer trimestre del año, un incremento de casi 91 por ciento respecto del registro del mismo periodo de 2013, de acuerdo con información financiera de los seis bancos que conforman el sector.

Datos oficiales de Banobras, Nacional Financiera (Nafin), Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Banjército) y el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), reportados ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), revelan que el índice de morosidad (Imor), es decir el monto de la cartera vencida respecto de la cartera total, pasó de 0.77 por ciento a 1.25 de un trimestre a otro.

De acuerdo con otra nota del periódico La Jornada, la banca de desarrollo manejó una cartera total de créditos que pasó de 458 mil 833 millones en el primer trimestre de 2013 a 535 mil 211 millones a marzo de este año.

Con base en el indicador de morosidad, la cartera vencida subió de 3 mil 533 millones de pesos a 6 mil 743.6 millones de un trimestre a otro, un crecimiento de 3 mil 210 millones. Poco más de 95 por ciento del total de la cartera vencida se concentró en tres integrantes de la banca de desarrollo: Bancomext, Nafin y la Sociedad Hipotecaria Federal.

El caso más relevante fue el de SHF, donde a pesar de que su Imor bajó de 8.69 por ciento del total a 8.59, la cartera crediticia sin pago pasó de 2 mil 827 millones a 3 mil 687.34 millones en el lapso referido. Manejó créditos por 32 mil 532 millones de en marzo de 2013 y de 42 mil 926 millones en igual mes de 2014.

En Bancomext, cuya cartera crediticia pasó de 67 mil 863 millones de pesos a 86 mil 311 millones en el periodo, el monto con mora subió de 61.07 millones a 948.76 millones, un incremento de mil 553.5 por ciento.

Nafin opera una cartera de créditos que al primer trimestre de 2013 se ubicó en 107 mil 41 millones de pesos y creció a 111 mil 125 millones a marzo de este año. Sin embargo, su Imor subió de 0.17 por ciento a 1.56 en el periodo, lo que implicó que la cartera crediticia con vencimiento en su pago pasó de 181.96 millones a mil 733 millones, un alza de 852.7 por ciento en el financiamiento impago.

Banobras reportó una cartera de crédito de 231 mil 759 millones de pesos, que se elevó a 272 mil 504 millones en el periodo. El Imor bajó de 0.17 por ciento a 0.05, que en términos monetarios representó una reducción de 394 millones a 136.25 millones.

El Banjército operó una cartera crediticia de 19 mil 383 millones en marzo de 2013, la cual aumentó a 21 mil 982 millones, con un Imor de 0.44 y 0.89 por ciento, respectivamente, lo que representó una cartera impaga de 85.28 millones de pesos en marzo del año pasado, que aumentó a 195.63 millones un año después.

El mejor desempeño lo tuvo Bansefi, que no reportó cartera vencida. Sus créditos en marzo del 2013 se ubicaron en 255 millones de pesos, que aumentaron a 364 millones en el mismo mes de 2014.

Rechaza que vaya a subir el déficit fiscal a consecuencia de la desaceleración económica.