Durante el sexenio de Manuel Bartlett Díaz —del primero de febrero de 1993 al 31 de enero de 1999— no existía presencia de grupos de delincuencia organizada, ni vivían en la entidad jefes de cárteles de la droga, aseguró Carlos Alberto Julián y Nacer, quien fue procurador de Justicia en ese periodo.

En entrevista con e-consulta, afirmó que "ha habido —presencia de jefes del narco— después y se han detectado, eso es cierto. Hemos visto detenciones en los últimos 15 años, la presencia es clara por las detenciones que se han realizado”.

Recordó que el ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), Guillermo Valdés Castellano, ha señalado que Puebla se ha convertido en el centro de residencia de líderes del narcotráfico desde hace más de una década. Antes, sólo bandas de secuestradores fueron desarticuladas.

Julián y Nacer, quien también fue secretario de Gobernación al comienzo de la gestión del ex gobernador Melquiades Morales Flores, dijo que "a lo más que llegamos fue a bandas de secuestradores, unas muy peligrosas en la región de Izúcar de Matamoros", mismas que durante el sexenio de Manuel Bartlett fueron desarticuladas.

Un delito que tuvo altos niveles fue el robo a transporte de mercancías y el robo de vehículos, que, reconoció, no pudieron aminorar y hasta la fecha se mantiene la tendencia negativa.

Julián y Nacer, quien actualmente es jefe del departamento de la escuela de Derecho de la Universidad de las Américas Puebla (Puebla), destacó que durante su gestión como procurador el narco no se instaló en la entidad, ni hubo que sacarlo, ya que nunca llegó.

Es importante recordar que el Comandante de la Sexta Región Militar, General de División Diplomado del Estado Mayor, Genaro Fausto Lozano Espinoza,  rechazó que la ciudad de Puebla sea un refugio de los grandes líderes del narcotráfico y de sus familias.

“Son tres casos —entre ellos el de Benjamín Arellano Félix—, pero ya esos casos se hacen paradigmáticos y se pretende generalizar esa situación, cuando yo no la veo de esa manera”, aclara.

Aunque eso no significa que Puebla esté libre de las grandes bandas de narcotraficantes, sólo que —aclara— su negocio y mercado es otro: la venta de drogas a las personas.

“No diría que no estén asentadas, porque el consumo de drogas está en todas partes y hay alguien que distribuye, y si hay alguien que distribuye hay la presencia de las organizaciones, pero enfocadas a este negocio ilícito de envenenar a las personas y seguramente ese es su negocio, están más enfocadas a eso”, concluyó.