Sólo 11 de los 217 municipios de la entidad son gobernados por mujeres, es decir el 5 por ciento, por lo que no existe un piso parejo para las féminas que buscan representar a la ciudadanía, consideró la senadora priísta, Lucero Saldaña Pérez.

En entrevista, la legisladora consideró necesario que se realicen medidas equitativas y fomentar una cultura de igualdad de género para erradicar los estereotipos y brindar espacios a las mujeres en la vida política.

Sobre el tema, se le preguntó si en el PRI -instituto político en que milita- se trabaja en la inclusión de las mujeres, pero indicó que ese tema lo debe responder el dirigente estatal de ese partido, Pablo Fernández del Campo.

Señaló que los partidos políticos tienen tiempo para preparar sus cuadros de mujeres para la contienda electoral del año próximo y lograr una mayor representación.

La senadora resaltó la importancia de lograr que existan mayores espacios en cualquier orden de gobierno y partido para las mujeres.

Saldaña Pérez aseguró que en Puebla las mujeres están preparadas para gobernar, ya que además de ser un perfil que da confianza a la sociedad, los ciudadanos las verían como una nueva forma de administrar.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer realizada por la Confederación de Trabajadores de México (CTM), explicó que la igualdad de género no sólo debe ser jurídica, porque no es sólo un principio, sino un derecho elemental.

La legisladora señaló que hasta que no se logre la paridad de género en la gobernanza, las mujeres no podrán alcanzar la igualdad plena.

Al respecto, añadió que la paridad política significa estar en la toma de decisiones, y acceder a un poder compartido entre hombres y mujeres hasta que se cumpla con la frase de “igualdad para el progreso de la sociedad”.

Recordó que en la Cámara de Senadores trabajan 44 mujeres en la LXII Legislatura, lo que habla de su posibilidad de acceso a la política.

Al finalizar señaló que las mujeres en la política y en la toma de decisiones han transformado numerosas realidades que han sido injustas y discriminatorias, por lo que la construcción de la igualdad de género va en paralelo con mejores gestiones.