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Suspenden a tres del Hospital de Huauchinango por presunta negligencia médica

  • Leticia Ánimas Vargas
Los suspendidos son una trabajadora social, la administradora del Hospital y el jefe de Recursos Humanos
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Tres empleados del Hospital General de Huauchinango fueron dados de baja por la Secretaría de Salud del estado, mientras se investiga la muerte de Alberto Martínez Gallegos por una presunta negligencia médica, ocurrida este martes.

Los suspendidos son una trabajadora social, la administradora del Hospital y el jefe de Recursos Humanos, informó la dependencia, al ser interrogada sobre los hechos que este martes al filo de las 11 horas se presentaron en la sala de espera del nosocomio.

La Secretaría de Salud reveló que ya dio parte a la Secretaría de la Contraloría del estado y el Ministerio Público para que también investiguen lo ocurrido y procedan en consecuencia, en caso de comprobarse que el personal del Hospital General de Huauchinango actuó de manera negligente, lo que habría causado la muerte de Alberto Martínez.

Hechos que presuponen la exitencia de negligencia

Sin que siquiera le tomaran sus signos vitales, sentado en la silla de ruedas, que fue lo único que le proporcionaron, murió un hombre en la sala de espera del área de urgencias del Hospital General de Huauchinango, donde permaneció más de dos horas aguardando ser atendido, denunciaron sus familiares.

De acuerdo con declaraciones de Justina y Paulina Martínez Gallegos su hermano Alberto, de 49 años de edad, falleció este martes a causa de la “negligencia” del personal del nosocomio perteneciente a la Secretaría de Salud del estado, a donde llegó en grave estado de salud, con dolor de huesos y escalofrío, cerca de las 11:00 horas del martes y no recibió alguna atención salvo la entrega de la silla de ruedas que le proporcionó “de mala gana” la policía de guardia.

 “Nosotros llegamos en taxi, nos quitaron de ahí diciéndonos que era un lugar exclusivo para las ambulancias. La señora policía sacó la silla, lo metió a urgencias y luego, luego lo llevó a la Sala de Espera hasta que le tocara su turno. Y de ahí no nos movimos porque nunca salieron a atenderlo a pesar de que insistimos con una enfermera que lo vieran porque ya estaba muy grave”, mencionó Paulina.

En la sala de espera se quedaron cerca de dos horas y cuando se percataron de que Alberto Martínez Gallegos respiraba con dificultad, Paulina se metió a la fuerza al área de urgencias para demandar el servicio médico. Cuando el personal del Hospital salió, cerca de la una de la tarde, el hombre ya había fallecido. “Se murió en la puerta de urgencias, esperando a que lo atendieran”, agregó.

Cuando Alberto ya había muerto, se acercó una doctora para checar sus signos vitales y confirmó el fallecimiento. Lo separaron de la silla, lo ingresaron al hospital “sólo para envolverlo con una sábana” y entregárselo a sus familiares, diciéndoles que había fenecido por un “cuadro de bronconeumonía”.

Justina preguntó los nombres de los médicos que estaban asignados al turno matutino, pero nadie quiso dar esa información ni siquiera el director José Willebaldo Martínez Domínguez. “Es claro que entre ellos se encubren”, agregó al tiempo de asegurar que interpusieron una denuncia ante la agencia del Ministerio Público, pero no contaba con los datos de la Averiguación Previa al momento de la entrevista, porque no le quisieron dar una copia de su declaración.

Paulina aseguró que en el recién remodelado Hospital había mucha gente demandando servicio médico, “incluso un niño con fiebre estaba tirado en el piso mientras abuela le estaba bajando la temperatura con toallitas húmedas. Por eso les dije a los doctores que esto no puede ser, de qué sirve que el gobernador diga que ya tenemos un hospital de primer nivel y la gente se muera sin ser atendida”.

Mientras que Justina manifestó: “siento impotencia y dolor, quiero justicia y que se sepa la manera en que murió mi hermano, porque no murió un animal, murió un ser humano y seguramente no es la primera vez que pasa y si no se sabe, no será la última que suceda”.

Alberto Martínez tenía 49 años de edad, era originario del estado de Hidalgo y vivía en la colonia Chapultepec de Huauchinango desde hace siete años, era empleado de la casa de materiales para construcción “Natale” y el pasado lunes, “con todo y dolor se presentó a trabajar, pero pidió permiso para ausentarse. Como el martes no aguantaba más, lo llevamos al hospital, pero sólo a que se muriera”, detalló Justina.

Las mujeres dijeron que acudirán distintas instancias y medios de comunicación para denunciar los hechos con el fin de que se haga justicia.

Un caso de revisión

Entrevistado telefónicamente, Enrique Hernández Vigueras, jefe de la Jurisdicción Sanitaria número 1 de Huauchinango, dijo que se creó un comité interno con personal de la dependencia a su cargo y del Hospital General, para revisar el caso.

“Estamos en proceso de investigación, es lo que le puedo decir”, afirmó el funcionario al tiempo de agregar que ésta sería una primera instancia para indagar qué fue lo que le sucedió a Alberto Martínez Gallegos.

Cuestionado sobre la presencia de personal de la Secretaría de la Contraloría del estado en el nosocomio, indicó desconocer si se encuentran en el lugar y a qué obedecería una inspección, en caso de que la hubiera.

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