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Heredó EPN boquete de 16 millones de desempleados: Barahona

  • Álvaro Ramírez Velasco
La llegada de Audi no es la “panacea” para Puebla; es más in reto para autoridades, asegura la delegada de STPS
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Tras dos periodos del Partido Acción Nacional (PAN) en el gobierno de la República, en los que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el desempleo se incrementó en el país 127.1 por ciento, Enrique Peña Nieto heredó un boquete de aproximadamente 16 millones de desempleados al llegar a la Presidencia, aseguró la delegada en Puebla de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Vanessa Barahona de la Rosa.

En entrevista con e-consulta, la funcionaria describió que al terminar el sexenio de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, quien ofreció ser el “presidente del empleo”, el porcentaje acumulado de personas sin trabajo creció 40.2 por ciento, la tasa de desocupación se ubicó en 15.1 por ciento y la población desempleada del país llegó a los 8 millones 671 mil personas, lo que representó 2 millones 137 mil personas más respecto al inicio de su periodo gubernamental, de acuerdo con Centro de Análisis Multidisciplinario FE-UNAM.

En el estado de Puebla, citó Barahona a unos días de cumplirse el primer año de gobierno del priísta Peña Nieto, el desempleo se mantiene por debajo de la media nacional, cuya tasa es de 5.4 por ciento, de acuerdo con el INEGI; en el caso poblano, la desocupación al tercer trimestre de 2013 llegó a 4.7 por ciento, lo que se traduce en 128 mil 123 desempleados, de los que 61 por ciento son hombres y 39 por ciento son mujeres, describió.

En un amplia conversación, la delegada de la STPS abordó también el tema de la llegada de la planta Audi a la entidad, la que consideró que no es la panacea que resolverá todos los problemas sociales, económicos y laborales, sino que representa un reto para las autoridades de los tres niveles de gobierno, en rubros como la capacitación, para poder ofrecer mano de obra calificada y que las plazas que se generen no sea ocupados por foráneos.

Déficit de plazas

A unos días de cumplirse, el próximo 1 de diciembre, el primer año de gobierno del presidente Enrique Peña, con quien el PRI regresó a los Pinos luego de 12 años de gobiernos federales de Acción Nacional, la delegada Barahona de la Rosa hizo un balance a pregunta de e-consulta.

Aseguró que en materia laboral y sobre su promesa de ser el “presidente del empleo”, “Calderón quedó mucho a deber, ya que comparativamente, lo digo a nivel nacional, al último trimestre del año (al cerrar el sexenio del panista en 2012) hay un déficit; es decir, hay 16 millones de desempleados más en México”.

La funcionaria federal aseguró que estas cifras evidencian “que no hubo políticas públicas correctas, que no se generaron, que no se aplicaron, y que se dispersó el sentido de esta propuesta –la del ‘presidente del empleo’–, que pudo haberse emitido en un plan, en un contexto, de campaña, (pero) no se hizo nada”.

Agregó que incluso el sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006) tuvo más logros en materia laboral, que el de su correligionario Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.

“Me mencionaste hace 12 años –dijo para anclar la pregunta de e-consulta–. El sexenio del presidente Fox tuvo más cambios sustantivos en material laboral… Me parece que hubo mejoras, hubo más que las del ‘presidente del empleo’ pudo haber hecho”, señaló sin poder evitar un dejo de sorna. Y describió: “como la Ley del Servicio Nacional de Empleo, así como reglamentos y lineamientos que hoy se aplican”.

A la luz de estas consideraciones, la delegada de la STyPS reconoce que la herencia en material laboral que recibió Enrique Peña Nieto, luego de 12 años de gobiernos de Acción Nacional, “sí es un boquete (de 16 millones de nuevos desempleados), porque se habló en su momento de brindar las condiciones para dar empleo… Su propuesta fue diferente a la que, al final de su sexenio (Felipe Calderón) con los resultados, se dieron”.

En la conversación, Barahona matizó y apuntó que no se trata de hacer leña del árbol caído, sino que la crítica sirva para realizar un análisis, para ver “qué podemos hacer ahora que llegamos a esta nueva administración (…) En eso andamos, en eso estamos. Por eso es que la formalización del empleo es una de las estrategias que el gobierno federal ha marcado como pauta para que se detonen más empleos, en calidad y en cantidad”.

Audi, un reto antes que panacea

En otro tema, aunque Vanessa Barahona de la Rosa celebró la instalación de la nueva planta de Audi en territorio poblano, también advirtió de los retos que tienen los tres niveles de gobierno en materia social, laboral, económica, ecológica y hasta cultural, con los futuros trabajadores y la población de San José Chiapa, en donde se está construyendo la factoría automotriz.

Dijo que se debe preparar a la gente, a los poblanos de la región en que se instala la planta de Audi, de manera cultural, económica, pero sobre todo laboral, para que las plazas no sean ocupadas por empleados foráneos.

“Si esta empresa brinda trabajos prometidos de alrededor de tres mil directos de manera inicial y a la mejor entre indirectos y directos unos 9 mil a 10 mil, por supuesto que es benéfico, pero es ahí donde entra también lo bien o lo mal preparados que estemos los gobiernos, de todos los niveles, para brindar las herramientas a la población y a los trabajadores que en su momento van a ocupar esos puestos”.

“Porque si no hay capacitación en los puestos que Audi está requiriendo, pues los va a traer de otros estados, de otros países, y de qué sirve el esfuerzo que se ha hecho por parte del gobierno estatal, del federal, incluso del municipal… si los empleados en su mayoría van a ser de otro estado”, sentenció.

Antes de echar las campanas al vuelo, advirtió, se deben ponderar esas condiciones en torno a la instalación de Audi en el estado de Puebla y los niveles de gobierno poner de su parte para que efectivamente sea un éxito su llegada.

Consideró que “es muy bueno” que una empresa trasnacional de este tipo se instale en Puebla, pero hizo ver que “no es la panacea” a los problemas laborales, sociales y económicos de la entidad por sí sola.

“No es la panacea, no es la solución a todos los problemas. Es muy importante, por supuesto que es benéfico, pero también hay que sopear y valorar los efectos que pudiera tener, por ejemplo. Si el área que se escogió (para su instalación) es la adecuada, el área territorial, el área económica… porque una empresa de este tipo viene a detonar la economía local, pero también viene a detonar cuestiones hasta demográficas, sociales, ecológicas… Una empresa de este tipo viene a mover la vida de la comunidad en donde se instala”, concluyó.

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