• Sociedad

Arqueólogos aseguran haber encontrado un cementerio de Vampiros en Polonia

  • Rolando Lino Mina
El concepto de “vampiro” tiene su raíz en la cultura de antiguas civilizaciones como la mesopotámica
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Arqueólogos en Europa del Este discuten si una serie de tumbas encontradas en Polonia, conforman un cementerio de vampiros. Los restos fueron descubiertos en la ciudad Gliwice, en un sitio donde se construye una obra civil; y han llamado la atención de los especialistas, porque cada esqueleto aparece con el cráneo colocado entre las piernas.

Algunos historiadores juzgan que dicho patrón corresponde a una antigua práctica –muy común en la zona- cuyo propósito era evitar que los muertos se levantaran de sus tumbas. Ninguno de los decapitados fue sepultado con alguna de sus posesiones terrenales.  

La suma de cada uno de estos elementos ha llevado a pensar a los científicos que se trata de un entierro de “vampiros”.  El hallazgo ocurre un año después de que otros arqueólogos encontraron cerca de un monasterio en Sozopol (costa búlgara del mar Negro), dos cadáveres cuyo pecho fue atravesado con una gruesa varilla de hierro.

Bozhidar Dimitrov –historiador y responsable del Museo de Historia Nacional de Bulgaria- reconoció que en esa nación del sureste europeo se han encontrado otros entierros similares. Especialistas establecieron que esos dos cuerpos encontrados en Sozopol, llevaban cuando menos 800 años enterrados. En aquella ocasión, Dimitrov remarcó que esta era una antigua tradición que fue común en las aldeas búlgaras, hasta la primera década del siglo XX.

Muchas civilizaciones antiguas tuvieron creencias de este tipo. El concepto de “vampiro” tiene su raíz en la cultura de antiguas civilizaciones como la mesopotámica, judía, griega o romana; cuyas mitologías ya mencionan entidades malignas que se alimentaban de sangre.

No obstante, la mayor parte de los conceptos que hoy definen a un “vampiro” se originaron hace siglos, precisamente en el Sureste de Europa. Según estas tradiciones, los vampiros eran seres no-muertos o cadáveres poseídos por un ente malévolo; que se alimentaban de sangre. Tales creencias dieron lugar a histerias colectivas; y condujeron incluso a la ejecución de individuos sospechosos de ser alguna de estas creaturas.

Hoy en día, muchas de esas tradiciones siguen vigentes en algunas comunidades de Europa del Este. Por prevención, los pobladores de dichos lugares siguen manteniendo a la mano ajos y crucifijos.

Se cree entonces que la influencia de la Iglesia Católica y su advertencia de una “condena eterna” para aquellos que obraran mal; dio lugar a un sincretismo donde la creencia en vampiros y el cristianismo caminaron de la mano. De ahí que a los muertos se les colocaban rocas encima e incluso ladrillos en la boca, para evitar que se levantaran de la muerte. En la República Checa –por ejemplo- han sido encontrados unos tres mil entierros, que reportan tales características.

Las primeras estimaciones sugieren que las osamentas de Gliwice son del siglo XVI. Y aunque las características de los cuatro entierros corresponden a las descripciones arriba detalladas, algunos especialistas prefieren que nadie haga conjeturas precipitadas. En algunos diarios polacos se ha mencionado que estas cuatro personas bien podrían haber sido víctimas de algún tipo de ejecución. Por lo pronto, los esqueletos ya están siendo sometidos a un análisis más profundo, para determinar las causas de su muerte y la razón por la que fueron sepultados de esa forma tan peculiar. (Con información de The Guardian y Daily Mail) (Twitter: @rolandolino)

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