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Predica con el ejemplo: el Papa Francisco recibe la primera “Bicicleta Papal”

  • Rolando Lino Mina
Es hoy bastante sabido que al papa le gusta montar bicicleta, e incluso lo hizo todavía en su época como cardenal.
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Pocos se atreverían a negar hoy que Benedicto XVI haya dimitido en medio de una crisis del catolicismo. Los casos Pederastia, Vatileaks y el poco carisma del actual Papa Emérito (reflejado en los “memes papales” que llegaron a circular intensamente en redes sociales) estaban dañando gravemente la imagen de la Iglesia Católica. Tolerancia, transparencia; son términos que dominan en la era actual; y se habían convertido en auténticas debilidades de la Iglesia de Roma, desde el fallecimiento del carismático Juan Pablo II.

Así que el Papa Francisco llegó como una esperanza de renovación; para una Iglesia que sin salirse de sus muy antiguas reglas, pudiera sobrevivir en la era de Twitter y el poderío de China. Y todo parece indicar que el papa argentino está haciendo progresos: carismático, humilde, jovial, abierto y ahora… ¡Ecológico!

Así es. En la misma semana en que pidió a prelados y sacerdotes que fueran austeros; que se deshicieran de cualquier coche de lujo e intentaran ser felices con paz interior, Francisco recibió la primera “Bicicleta Papal”.

Es hoy bastante sabido que al papa le gusta montar bicicleta, e incluso lo hizo todavía en su época como cardenal. Así que el regalo ofrecido por la compañía Daimler (que en su momento llegó a ser la tercera empresa automovilística del mundo) le vino como anillo al dedo. Tuvieron una audiencia con él para entregarle las llaves del moderno y renovado “papamóvil”; y aprovecharon el encuentro para regalarle una flamante bicicleta eléctrica.

Daimler es una compañía que ha fabricado durante más de 8 décadas los vehículos papales. Dieter Zetsche, director ejecutivo (CEO) de la empresa alemana, puso en manos de Francisco un modelo especial de bicicleta, para uso exclusivo del pontífice.

Tiene ruedas de 26 pulgadas, pesa 26 kilogramos; y se le ha instalado un control desde el cual se puede ver el estado de la batería, la distancia recorrida, la velocidad y el tiempo de viaje. Por supuesto, cuenta con puerto USB para cargar el celular mientras se viaja. El precio de lista de este producto es de 3 mil 200 dólares (unos 42 mil pesos mexicanos); pero Daimler ha obsequiado una al papa, completamente gratis.

La detención de “Monseñor 500”, un prelado que incurrió en delitos como tráfico de influencias y lavado de dinero; dejó muy mal parado al Instituto para las Obras de Religión (IOR), mejor conocido como el Banco del Vaticano.

Por ello, esta semana el Papa Francisco se mostró enérgico en esos temas: “Me duele el corazón cuando veo a un sacerdote o monja manejando un auto último modelo”, dijo Francisco ante 6 mil seminaristas y novicias de 66 países; que muy pronto serán curas y monjas de la Iglesia. Y les remarcó: “Buscan el último modelo de smartphone, la moto más rápida, el auto más vistoso. (…) Ahora serán curas pensantes. ¿Viajarán en bicicleta?”, preguntó el jefe de la Iglesia.

Como era casi indispensable, el papado de Francisco ha estado marcado por el rechazo a la pompa y el protocolo. Tras ser designado, siguió viviendo en la casa de huéspedes del Vaticano, en lugar de mudarse al apartamento papal; señalando siempre que él ha llegado para hacer una “Iglesia pobre para los pobres”.

Su llamado a la humildad encontró eco inmediato. El padre Hernando Fayid  (un colombiano 47 años) puso a la venta su Mercedes-Benz convertible Clase E, valuado en unos 63 mil dólares (800 mil pesos mexicanos). Fayid le dijo a RCN Televisión (de Colombia) que el vehículo fue un regalo que sus 4 hermanos le hicieron el año pasado, pero él no tendrá problemas en renunciar a este lujo. Subrayó que igual seguirá haciendo sus recorridos por Santa Marta (capital del departamento de Magdalena, Colombia) en burro, caballo, bicicleta, autobús o a pie.

El Papa Francisco ya ha advertido que: “en la vida cristiana, incluso en la vida de la Iglesia, hay estructuras antiguas y obsoletas, y tenemos que renovarlas”. El pontífice ha llegado a cambiarle la cara a una institución cuyo historial se remonta a dos milenios; y –según lo admitido por el propio Francisco- hoy requiere una renovación de sus instituciones, comenzando por su banco. (Twitter: @rolandolino)

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