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Policía italiana detiene a un alto funcionario del Vaticano conocido como “Monseñor 500”

  • Rolando Lino Mina
Lavado de dinero
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La policía italiana ha arrestado este viernes a un sacerdote, a un corredor de bolsa y a un agente del servicio secreto italiano; por supuesto fraude financiero en que estaría directamente implicado el Instituto para las Obras de Religión (IOR), mejor conocido como el Banco del Vaticano.

Las autoridades informan que el corredor y el agente, intentaban ayudar al prelado; para que introdujera a Italia –desde Suiza- 20 millones de euros (unos 26 millones de dólares) utilizando un avión propiedad del gobierno italiano. El sacerdote, identificado como monseñor Nunzio Scarano, ya era investigado por las autoridades italianas. Es sospechoso de lavado de dinero, situación en que también estaría involucrado el Banco del Vaticano.

A Scarano el diario italiano “La Repubblica” lo bautizó como “Monseñor 500”; porque presuntamente sustrajo del Banco del Vaticano medio millón de euros, en billetes de 500. Según “La Repubblica”, el sacerdote entregaba a sus amigos empresarios fajos de 10 mil dólares (en billetes de 500, por supuesto) para que se los cambiaran por cheques, que eran admitidos como “donaciones para la Iglesia”.

En esta ocasión, monseñor Scarano (quien antes de tomar los votos fue banquero) habría pagado al ex agente secreto 400 mil euros para que le ayudara a introducir la cantidad ya referida. El prelado de 61 años, se había estado desempeñando recientemente como en jefe de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA). No obstante, Federico Lombardi –portavoz del Vaticano- ha asegurado que monseñor Scarano fue suspendido de su puesto “desde que se supo que estaba bajo investigación”.

La detención de Nunzio Scarano ocurre horas después de que el Papa Francisco ordenara una amplia investigación al Banco del Vaticano. El vocero de la Santa Sede ha señalado que las autoridades aún no solicitan la colaboración del Vaticano en las investigaciones contra Scarano, pero confirmó que tienen “voluntad plena para cooperar”.

Investigación Interna

Esta misma semana, el Papa Francisco ordenó una profunda investigación a las finanzas y actividades realizadas por el Banco del Vaticano. Nombró a una comisión de cinco miembros (que incluye a una mujer laica y a un profesor de la Escuela de Derecho de Harvard) para que determinen la situación jurídica del IOR, e investiguen las sospechas de lavado de dinero en el que este organismo se ha visto envuelto durante décadas.

La comisión tendrá acceso a absolutamente toda la información de la institución; y los funcionarios no podrán negarse –apelando el secreto bancario- porque son órdenes directas del Papa. De hecho, el director del banco ya había sido remplazado por Benedicto XVI, tan sólo un día antes de su dimisión.

Sólo los sacerdotes católicos, instituciones religiosas, empleados del Estado Vaticano y diplomáticos acreditados ante la Santa Sede pueden tener cuentas en el Banco del Vaticano. Hoy se rumora que muchas de estas cuentas han sido utilizadas como “fachada” para apoyar intereses políticos y criminales.

El organismo también ha sido señalado por no cumplir plenamente con las normas de escrutinio que se aplican a los bancos en el continente europeo. En 2010, el Vaticano contrató a un abogado suizo (que en el pasado ayudó a Liechtenstein para que limpiara su turbio sistema bancario) para que regularizara la situación de la Santa Sede.

David Willey, corresponsal de la BBC en el Vaticano, ha señalado que “tradicionalmente el Banco del Vaticano se ha rehusado a cooperar con las autoridades italianas que investigan delitos financieros, usando como argumento la independencia soberana del Estado de la ciudad del Vaticano”.

“Pero el papa Francisco ha mostrado ahora que está determinado a llegar al fondo de las acusaciones de larga data sobre corrupción y lavado de dinero en el banco del Vaticano”, añade Willey.

En una entrevista realizada el mes pasado, el nuevo presidente del Banco del Vaticano –Ernst von Freyberg- expresó su compromiso de lograr que el IOR sea más transparente y compatible con el resto del sistema bancario internacional.

Cabe mencionar que el Banco del Vaticano fue uno de los principales accionistas del Banco Ambrosiano; la enorme entidad italiana que quebró en 1982 y dejó pérdidas superiores a los 3 mil millones de dólares. Su presidente, Roberto Calvi, amaneció colgado en el puente de Blackfriars (Londres) en lo que se sospecha que fue un asesinato disfrazado de suicidio.

Los funcionarios del Vaticano argumentan que el IOR es indispensable para apoyar a las instituciones católicas que operan en todo el mundo; incluyendo las regiones que son políticamente sensibles. El Banco del Vaticano tiene actualmente 114 trabajadores y activos por más de 7 mil millones de dólares. (Con información de The New York Times, Usa Today y BBC) (Twitter: @rolandolino)

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