Fiscales húngaros acusaron formalmente a un hombre de 98 años; por haber enviado a la muerte a más de 15 mil 700 judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Laszlo Csatary es el nombre del individuo que estuvo a cargo del gueto de Kassa (entonces Hungría, hoy la ciudad eslovaca de Košice) en el año 1944; y que según la fiscalía flagelaba y torturaba a los internos.

Cuando Adolf Hitler forzó la abdicación del regente vitalicio húngaro Miklós Horthy, los judíos fueron confinados en guetos. Fue entonces cuando Csatary estuvo a cargo del gueto de Kassa y supervisó el envío de 15 mil 700 judíos a campos de exterminio. Cuando los aliados triunfaron, Csatary consiguió escapar y se refugió en Canadá; donde le fue concedida la ciudadanía en 1955.

Laszlo Csatary vivió tranquilo durante décadas como vendedor de arte; hasta que en 1997 el gobierno canadiense descubrió que había mentido al solicitar la ciudadanía, y terminó revocándosela. Dos meses más tarde huyó del país y durante los años siguientes no se supo de su paradero.

Csatary llegó a encabezar la lista de los más buscados por el Centro Simon Wiesenthal (que lleva registros de los criminales nazis de guerra). De hecho, fue juzgado en ausencia por un tribunal de Checoslovaquia en 1948, que terminó condenándolo a muerte. En marzo pasado las autoridades eslovacas conmutaron aquella sentencia por cadena perpetua; ya que en Europa la pena capital ha sido abolida.

Hoy se sabe que después de su salida de Canadá, Csatary regresó a Budapest y durante 14 años consiguió vivir en el anonimato. Su suerte se acabaría en septiembre de 2011, cuando el Centro Simon Wiesenthal fue alertado de la presencia de Csatary en la capital húngara.

El diario británico The Sun colaboró entonces para hacer pública la reaparición de este sujeto, que para entonces tenía ya 97 años. En julio de 2012, reporteros de The Sun lo vigilaron y fotografiaron; hasta que finalmente llamaron a su puerta. Laszlo Csatary los recibió en calzoncillos, sorprendido ante los flashazos y las preguntas sobre su pasado nazi.  Desde entonces, ha negado todos los cargos.

El 18 de julio de 2012 fue detenido para ser interrogado, y posteriormente se le puso bajo arresto domiciliario. En abril pasado, un juez revocó el arresto y sólo le prohibió abandonar el país hasta que concluyan las investigaciones de su caso. Hoy, la fiscalía está pidiendo también que Csatary sea puesto nuevamente bajo la condición de arresto domiciliario.

En los siguientes 90 días se tendrá que celebrar un juicio que defina la situación legal del acusado. También se contempla la posibilidad de que sea extraditado a Eslovaquia. La portavoz de la Federación de Comunidades Judías en este último país, Lucía Kollarova, ha expresado su temor ante la posibilidad de que Csatary termine evadiendo la justicia “debido a su edad”. (Twitter: @rolandolino)