Ombudsman, primero en caer con mayoría de Morena en Congreso

Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente
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Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente

Una de las primeras cabezas que podrían rodar cuando empiece a funcionar la nueva legislatura local, que tendrá una mayoría de Morena, es la de Adolfo López Badillo, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDH), cuyo periodo acaba exactamente dentro de un año, pero buscarían destituirlo al haber sido el pararrayos de todas las quejas en materia de violación a los derechos humanos que surgieron contra el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.

López Badillo fue nombrado una primera vez como ombudsman poblano el 22 de julio de 2011, es decir al arranque del gobierno de Moreno Valle, y posteriormente el día 28, del mismo mes, pero de 2014 lo ratificaron para un segundo periodo que exactamente concluye dentro de 12 meses.

A lo largo del morenovallismo, Adolfo López Badillo fue una pieza fundamental para que la CDH fuera un organismo de ornato, que se dedicó a emitir recomendaciones contra alcaldes incómodos para Rafael Moreno Valle Rosas y que nunca tocaba el tema de los abusos surgidos desde el Poder Ejecutivo.

El presidente del organismo se especializó en desechar, en ignorar, en ningunear, las quejas surgidas en contra del gobierno de Moreno Valle. Por eso lo mantuvieron en el cargo, pese a que no era del agrado del círculo cercano del entonces mandatario de Puebla.

Para su mala fortuna, alguien que puede documentar cómo López Badillo faltó a su deber de atender todas las quejas surgidas en materia de violación de derechos humanos es el abogado Luis Soriano Peregrina, quien es un importante generador de opinión pública dentro de Morena, la fuerza política dominante en el Congreso local a partir de septiembre próximo.

Entre los años 2014 y 2015, Luis Soriano aparece como defensor de un número importante de trabajadores del gobierno del estado, que habían sido echados del Poder Ejecutivo como parte de una ola masiva de despidos injustificados que alcanzó a unos 13 mil burócratas, según datos oficiales.

Soriano era peligroso para el morenovallismo porque es un conocedor de las trampas que el gobierno utiliza para atrasar o entorpecer los juicios laborales.

Al conocer de esas estrategias, logra que avancen las audiencias de varios burócratas que habían sido rescindidos al margen de la ley. Eso enfureció a altos funcionarios de Secretaría de Finanzas.

Por esa razón, a mediados de 2015, se desató una campaña de hostigamiento contra Luis Soriano, que incluían llamadas anónimas para amenazarlo o hacer evidente que supuestos espías del gobierno lo seguían a todas partes. Que lo vigilaban desde afuera de su domicilio.

El litigante se apersonó ante la CDH para presentar una queja contra el gobierno de Moreno Valle, al que responsabilizaba de las amenazas.

En esa ocasión, fue atendido por el propio López Badillo, quien palabras más, palabras menos, le dijo: “Cómo crees mi Luis que yo me meta en esos asuntos”.

El ombudsman le acabó confesando que tenía la obligación de reportar a la Secretaría General de Gobierno todas las denuncias que llegaban a la comisión contra la administración morenovallista.

Al final fue una especie de amenaza. Visto así: si presentaba una queja, entonces desde la CDH lo acusaban con los altos funcionarios de la Secretaría General de Gobierno.

En agosto de ese mismo año, Luis Soriano huyó de Puebla, al obtener información de que se preparaba su detención mediante la elaboración de un falso proceso penal.

Ante esa abierta persecución en su contra, se presentó ante la Comisión Nacional de Derechos humanos (CNDH) a denunciar al gobierno de Puebla.

Ese organismo tomó nota de la queja y turnó el expediente a la CDH para que le diera vista e iniciara la investigación.

Aquí en Puebla, con el pretexto de que no podían encontrar a Luis Soriano para que ratificara la queja, la acabaron desechando.

Queda claro que era improcedente ese comportamiento. ¿Cómo van a encontrar a alguien que ha huido de Puebla bajo la amenaza de convertirse en un preso político del morenovallismo?

Soriano tuvo el cuidado en que reportó a la CNDH el comportamiento faccioso de Adolfo López Badillo, mismo que queda demostrado con el posterior desecho del recurso del abogado, que ahora es un destacado defensor de los derechos humanos, periodistas y activistas de Morena.

Por tanto, el ombudsman poblano debe ir alistando sus maletas.

http://www.lajornadadeoriente.com.mx/puebla/el-ombudsman-podria-ser-el-primero-en-caer-cuando-arranque-legislatura-dominada-por-morena/