No crece y hay preocupación

Empleados municipales en labores partidistas

El esfuerzo es mucho y los resultados pobres.

Las cosas no se están presentando conforme a lo planeado dentro del cuartel general de Antonio Gali Fayad. Los responsables de llevar a buen puerto la barca de “Puebla Unida”,  están desesperados porque el candidato no crece más de lo esperado. La ciudad se ha convertido en un gigantesco tendedero publicitario, donde sobresalen de manera escandalosa pendones, cartulinas y lonas del ex secretario de Infraestructura. Su imagen está sobre expuesta en medios de comunicación, pero triste y lamentablemente no repunta como se quisiera. Los gastos de campaña se han multiplicado, rebasando por mucho los topes autorizados, ante la indiferencia de los consejeros del IEE. Pese a todo, los intentos por despegarse de Enrique Aguera Ibáñez, han sido inútiles. La carrera entre ambos candidatos a 14 días del proceso electoral, sigue siendo parejera.

Se ha intentado todo, pero nada. Los cerca de tres mil brigadistas de la coalición “Puebla Unida”, distribuidos en toda la geografía de Puebla capital, tienen como obligación diaria entregar un reporte de las zonas visitadas y redactar un comentario sobre la reacción de los ciudadanos, positiva o negativa. La labor proselitista se ha enfocado en juntas auxiliares, donde, -ejemplo la zona de El Aguacate y San Baltasar Tetela, allá por Valsequillo-, se han registrado confrontaciones ideológicas con algunos vecinos, quienes han mostrado apatía e indiferencia, dicen ya no creer en políticos mentirosos y embusteros o bien están apoyando a la coalición “5 de Mayo”.

Lo delicado de esta situación,  es que algunos brigadistas políticos son empleados municipales, algunos de ellos confidentes de este espacio. Ellos, con salario pagado por el Ayuntamiento, en lugar de realizar su trabajo para los que fueron contratados, desde hace algunas semanas recibieron la orden de incorporarse a las campañas de los candidatos de la coalición “Puebla Unida”. Sin duda un acto totalmente fuera de la Ley, que debe ser investigado y sancionado por las autoridades electorales poblanas. Sin embargo, exigir a Armando Guerrero, consejero presidente del Instituto Estatal Electoral, subsanar las anomalías, tan solo es una quimera, tomando en cuenta el comportamiento inequitativo y sesgado que ha tenido.  

El asunto, comentan empleados municipales, habilitados como brigadistas políticos, quienes pidieron la gracia del anonimato, pero que los tenemos ubicados con nombre y apellido, los tiene más que molestos, con justa razón, porque desde temprana hora tienen que acudir casa por casa de las juntas auxiliares que les asignen, para solicitar el voto a favor de Antonio Gali Fayad y demás candidatos a diputados locales de la coalición “Puebla Unida”. Con este tipo de anomalías, sin duda, hay “carnita” fresca y suficiente para solicitar la invalidación del proceso.

El presidente municipal viajero, el toluqueño Eduardo Rivera Pérez, quien prácticamente se ha olvidado de su responsabilidad y compromisos de campaña, ¿sabrá que personal de diferentes dependencias municipales están participando ilegalmente en campañas políticas?, no por voluntad propia, sino obligados por sus superiores, que los obligan a ser discretos. La desobediencia e indisciplina es motivo de despidos. SALUCITA DE LA BUENA.

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