¡Mas claro, ni el agua…!

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César Camacho Quiros, Presidente del CEN del PRI, en su última visita a Puebla, exigió a las autoridades electorales poblanas conducirse con respeto y neutralidad en el proceso electoral del próximo 7 de julio para evitar que el Revolucionario Institucional defienda el triunfo en los tribunales federales. El mensaje, cargado de jiribilla y con una clara advertencia, tuvo como destinatario a políticos y funcionarios estatales y municipales, quienes han acorralado a los dóciles y sumisos consejeros del IEE y del Tribunal Electoral del Estado de Puebla, para  inclinar la balanza a favor de los candidatos de la coalición Puebla Unida.

La postura del dirigente nacional priista, que ha endurecido en las últimas semanas, va encaminada a judicializar el proceso electoral en caso de que los resultados no favorezcan a los candidatos priistas. Sin duda, una mala señal para el avance democrático de Puebla y el país. La velada amenaza, preocupa a quienes están realizando maniobras al margen de la Ley, alientan la guerra sucia y favorecen actividades de grupos que promueven el desorden y la violencia.

Las declaraciones de Camacho Quirós, no tuvieron desperdicio. Por primera vez fue muy duro en los señalamientos en contra de Rafael Moreno Valle Rosas, gobernador del Estado a quien ubicó como incongruente. En escenarios nacionales es toda amabilidad, atento y respetuoso de los acuerdos tomados, pero en su aldea hace todo lo contrario. Lo calificó, sin decirlo de manera directa, por su nombre, como político de medio pelo, que no representa un riesgo para hacer abortar el Pacto por México. Para analistas políticos poblanos, lo expuesto por el líder nacional priista, son tambores de guerra que desde antes de iniciar el proceso electoral empezaron a sonar, cuyos timbales acallarán con respeto, civilidad y madurez política.  

Ante esta situación, es tiempo aún de detener las descalificaciones y la oleada de agresiones verbales, panorama  que se ve más que difícil, pero no es por demás intentarlo. A menos de un mes de las elecciones, como van las cosas, en el horizonte se atisban negros nubarrones que ensombrecerán el proceso electoral, cuyos resultados finales estarán en manos de los consejeros del tribunal federal electoral y con ello la democracia, que no puede ser impuesta ni perfeccionada invocando a la violencia o apelando a medidas o comportamientos al margen de la Ley o de las instituciones, tendrá severo retroceso, desde luego con daños colaterales para los poblanos, inermes ante la ola de ambiciones políticas e intereses personales. SSALUCITA DE LA BUENA.

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