Y ahora, ¿Qué hacemos con nuestros engendros?

  • Marcela Jiménez Avendaño
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¡Qué cosa estos nuestros políticos! Nuestras creaciones, nuestros engendros, nuestros Frankensteins…..y digo nuestros porque al final ellos surgen de la sociedad de la que todos somos parte. 

Existe la creencia equivocada de que con el poder económico o político la gente cambia, pero eso no es cierto, la verdad es que tanto el dinero como el poder solo permiten que las personas se presenten tal cual son.

Calculo que Usted, al igual que yo, conoce un montón de personajes que eran fantásticos y luego de pronto, conforme fueron ascendiendo, ya no lo eran tanto…..que aparejado a su éxito también se develaba una horrible personalidad y unas mañas hasta entonces desconocidas.

Pero también, seguro ha conocido a varias personas que pese al éxito o al fracaso; a las alegrías o a las tristezas; al poder y a lo ordinario, siguen siendo exactamente los mismos….yo creo que eso tiene que ver con los valores que les inculcaron desde la infancia; con la forma de vida en familia que llevaron desde niños; con su idea acerca de lo que les es prioritario y lo que les es accesorio; y en general con su visión sobre lo que significa vivir y su convivencia con los demás. Estos auténticos seres humanos se preocupan por el otro, para ellos el poder y el dinero no son más que una de tantas herramientas que les permiten ser felices y hacer felices a los demás, que los consideran una bien pero también una responsabilidad.

Esta reflexión la hago tras la información que hemos conocido sobre la actuación estúpida y tonta del hijo del exgobernador de Aguascalientes, Femat; la desvergüenza del exgobernador de Tabasco, Granier; el cochinero monetario que se traen los senadores panistas; las filtraciones de enriquecimiento no explicado de varios, hoy, candidatos; entre otros muchos del hoy y del antes.

Hace tiempo, un amigo bastante cínico me enseñó una frase muy conocida en su pueblo: “político que no se corrompe se desprestigia” y yo le sumaría, de acuerdo a lo que vemos, que no hay político que se respete si no cuenta con grandes mansiones, de preferencia de mal gusto, pero eso sí en las zonas más exclusivas del país; si no presume de colecciones de obras de arte y autos; si no tiene inmuebles en el extranjero, especialmente en Miami y Europa; y no puede faltar un avioncito privado y una novia modelo o actriz.

¿Usted cree que estos angelitos se volvieron ladrones, mentirosos, corruptos, cínicos, sucios, etc., etc., etc., de la noche a la mañana? O ¿cree que son producto de una mala educación y de una sociedad que alimenta estos antivalores?.

Yo realmente estoy convencida que más bien en lo segundo podemos encontrar el origen, y por eso le invito a que observe a su familia, a que analicemos todos la forma en que estamos educando a nuestros hijos porque muy probablemente ahí se encuentra la semilla de los nuevos Marin, Granier, Moreira, Chapo y de los nuevos Sabines, Siqueiros, Kahlo, Juana Ines, Juárez, Neri, Molina etc, etc, etc. Ahí se encuentra lo mejor y lo peor de lo que será el futuro de nuestro querido y vapuleado México.

Pero en tanto, esto hacemos, nos leemos la próxima semana…… 

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Marcela Jiménez Avendaño

Licenciada en Relaciones Internacionales. En proceso de titulación para la Maestría en PNL e Inteligencia Emocional. Ocupó diversos cargos en el PRI (CEN) en las precampañas y campañas en 2000 y 2006