Encuentro, no debate

  • Víctor Reynoso
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Bien se ha dicho que la presentación de los tres candidatos a la presidencia municipal de Puebla este 18 de junio no fue un debate, sino un encuentro en el que presentaron las propuestas que ya han venido exponiendo a lo largo de la campaña.

El formato en parte explica la ausencia de polémica. Pero hay otras razones. El encuentro de candidatos no fue muy distinto de otros que hemos visto en elecciones locales y federales. En general como país estamos lejos de tener debates electorales. Como muchas otras cosas, parece que hay que darle tiempo al tiempo, ir generando y afinando una costumbre, una tradición. Lo que en otros países llevó décadas no tiene porque ser aquí automático.

De cualquier manera valdría la pena ir arriesgando formatos más audaces. Que permitieran el cuestionamiento de las propuestas. Nuestros políticos pueden proponer lo que quieran, sea viable o no, sin ninguna consecuencia. Porque que la mayoría de los ciudadanos, al no ser expertos en cada tema, no tenemos capacidad de valorar si lo que escuchamos es sensato o mera demagogia. Un panel de cuestionadores expertos podría ir jugando ese papel.

La ausencia de debate también tiene que ver con el temor de los candidatos a hacerse daño. Los debates célebres han sido aquellos donde uno de los participantes es fuertemente cuestionado por otro, de manera que las preferencias electorales cambian abiertamente. Se hace un “parteaguas”, gracias al desprestigio de alguno de los participantes. Pero tirar a matar es invitar al adversario a que haga lo mismo, con resultados imprevisibles.

También puede ser que los participantes en el encuentro se anduvieron por las ramas sin atacar de frente porque hay un “pacto”, explícito o explícito, entre las fuerzas políticas que representan. Gali Fayad está vinculado al gobernador del estado, que no quisiera un pleito abierto con el partido de Agüera, el PRI, que gobierna al país desde Los Pinos. De ahí, posiblemente, la relativa civilización en esta contienda. Se aludió apenas al vínculo entre Agüera y Mario Marín, una cuestión que podría ser redituable a la candidatura de Gali, pero que prefirió no profundizar.

Por lo anterior parece que el encuentro entre los tres candidatos no cambiará las preferencias electorales. Además de que el debate fue visto, al parecer, por muy pocos. No conozco encuestas que traten de acercarse al porcentaje de ciudadanos que siguieron el debate. Pero al parecer fue muy bajo. Hay reportes de encuestas o grupos de enfoque que dan como ganador a Gali, en porcentajes variables, pero si fueron muy pocos los que vieron o escucharon el evento no habrá una incidencia significativa en el resultado de la elección.

Lo dicho no significa que el encuentro no hay sido un evento importante. Sin duda lo fue. ¿Cómo se vería un proceso electoral en la cuarta zona metropolitana del país sin un debate entre candidatos? Fue un acierto de Actívate por Puebla, organización, o más bien, red de organizaciones, que nació en el proceso electoral pasado. Que por cierto en éste se ha visto mucho menos activa. Hace tres años organizó foros de discusión en ocho universidades, con participaciones numerosas y de notable calidad. Hoy al parecer que se ha limitado a organizar el debate.

A unos días de que concluyan las campañas no parece haber nada para nadie. No está claro siquiera qué es lo que se disputa en esta elección. Fuera de los candidatos y sus equipos más cercanos, los grupos y partidos que contienden dan la impresión de haber diluido los límites entre ellos. No es posible por tanto saber qué decidirá el voto de los indecisos, que será muy probablemente el decisivo para esta contienda.

 

Profesor investigador de la UDLAP

victorm.reynoso@udlap.mx

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Víctor Reynoso

El profesor universitario en la Universidad de las Américas - Puebla. Es licenciado en sociología por la UNAM y doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.